Conciben sus propios “proyectos de cambio”. Son ellos y ellas los verdaderos protagonistas de su futuro. Conciben la “Empresa o Proyecto” desde la idea hasta la ejecución, con la mera supervisión del educador adulto. Se responsabilizan de sus acciones y se impulsan en su propia motivación.
Empiezan a plantearse su formación profesional y a fijarse retos. Se hacen conscientes de que los estudios son lo más importante de sus vidas en este momento, sin dejar de lado también sus aspiraciones sociales y sus ganas de divertirse de forma saludable. El cuidado de la salud cobra una gran importancia en esta etapa para convertirse en un adulto sano.